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viernes, 4 de noviembre de 2022

RUTA 3: BUJEO-PALANCAR (¡y vuelta!)


SurMarino es un Plan Educativo de fomento de la ciudadanía activa. Y nada como andar por nuestros montes para mantenerse activo eliminando el sedentarismo con naturaleza y convivencia entre seres humanos diferentes pero iguales.

En nuestra ruta número tres nos enfrentamos a un sendero por el camino forestal que sale del merendero del Bujeo y conecta con la Ahumada-Palancar (antigua CA-2215), dentro del Parque Natural de Los Alcornocales en el T.M. de Tarifa. Otra carretera de origen militar realizada por presos de la Guerra que buscaba el tránsito de topas y armas sin ser observados desde la roca. Se parte de la linde política con Algeciras, una separación que nace tras la conquista del municipio de Gibraltar por los ingleses en 1704, cuando refugiados procedentes de ese municipio se asientan en la antigua medina, adquiriendo la municipalidad en 1755.


Nuestra primera parada es en la casa de nuestra compañera, y alumna SurMarino, Isabel Sanlés, una reconstrucción de un antiguo cortijo respetando su morfología y arbolado autóctono. Nos quedamos prendados del horno-fogarín donde tendremos que volver para hacer pan de campo. Tras los 20 primeros minutos, en medio de una subidita suave, alcanzamos un cartel informativo sobre la Torre del Guadalmesí, la cual pudimos divisar y fotografiar a lo lejos, en la costa, cosa rara por estos parajes.

Toma su nombre del río, topónimo de origen incierto que podría provenir de la voz bereber wadí-n-Nasá, río donde pasar la noche, asimilada a de la voz árabe wadí-n-nisá, río de las mujeres, que, afectada por el fenómeno fonético de la imela fue fácilmente confundida por los cristianos repobladores con el vocablo castellano guadamecí, cuero adobado y adornado con dibujos de pintura o relieve. El topónimo Guadalmesí aparece ya en la Crónica de Alfonso XI redactada en 1340 como Guadamecil.

Como otras torres de la región fue mandada construir por Luis Bravo de Laguna, Director de fortificaciones durante el mandato de Felipe II. Tras aprobarse su construcción en 1577 esta comenzó en 1588 desconociéndose la fecha precisa en la que terminaron sus obras aunque con toda probabilidad fue antes del cambio de siglo. Su función principal, aparte de la vigilancia de tránsito por el Estrecho manteniendo contacto con la Torre de la Isla de Tarifa y la Torre del Fraile, fue la de evitar que buques enemigos hicieran acopio de agua en el río de Guadalmesí, único punto de todo el tramo de costa donde podía hacerse en verano. ​Tiene planta redonda y forma cilíndrica alamborada con 12 metros de diámetro en la base y una altura total de 15 metros. El cuerpo de la torre es macizo en su tercio inferior estando el resto de la construcción ocupada por una estancia abovedada a la que se accedía mediante una puerta-ventana situada a 5.5 metros del suelo y orientada al norte. Desde esta estancia, que posee otra ventana abierta hacia el mar, se tenía acceso a la terraza superior mediante una escalera helicoidal interna incluida en el muro perimetral. En la actualidad su estado de conservación es bueno aunque ha perdido su revestimiento y, en zonas puntuales diverso material constructivo, principalmente en ventanas, escalera y terrado. 

Continuamos la marcha haciendo pequeñas paradas que sirven para profundizar en los conocimientos de nuestros montes y sus aprovechamientos. Uno de ellos: el agua. El Servicio de Aguas de Algeciras (EMALGESA) gestiona una captación de agua en la zona por concesión del Ayuntamiento de Tarifa, la cual aporta agua durante todo el año, variando el caudal captado en cada época del año  dependiendo de la pluviometría registrada en la zona. Le denominan “sistema de manantiales El Bujeo”, donde discurre el curso alto del río Guadalmesí. Las aguas captadas en este sistema de manantiales, siempre tras respetar el caudal ecológico establecido a su criterio, se tratan conjuntamente en la “E.T.A.P. El Bujeo”, que cuenta con un sistema de filtros de arena cerrados a presión y desinfección por cloración.


Otro de los elementos naturales de relevancia es el canuto que forma el río Guadalmesí (vertiente mediterránea), por el que transitamos de forma paralela hasta un puente antes de llegar a las casas del Palancar. El Guadalmesí nace en la zona de Los Llanos del Juncal, en el Término Municipal de Tarifa, y sirve de confluencia a varios arroyos provenientes de esta misma sierra. Tras discurrir por un terreno muy accidentado, desemboca en la vertiente mediterránea del Estrecho de Gibraltar, junto al poblado de costa con el mismo nombre. Todo su curso pertenece al término municipal de Tarifa. Posee una elevada pendiente, ya que salva más de 600 m en un corto recorrido de unos 8,5 km aproximadamente. En su recorrido el río forma un famoso canuto (valle profundo y estrecho) en el que la vegetación predominante es conocida como laurisilva o vegetación típica de los bosques subtropicales y que despareció de Europa tras los cambios climáticos en las últimas glaciaciones. 

Con paciencia, un poco de esfuerzo y algunas risas llegamos al cruce de camino de la Ahumada, bajo el tendido aéreo de lo que se denominó "el cable de Tarifa", denominado técnicamente Proyecto REMO, vimos con claridad el Pico Vacas (y el radar militar instalado), la zona de Los Llanos del Juncal y el Tajo de Las Escobas, el techo comarcal con 836 metros de altura . Y vimos la otra vertiente, la Atlántica, que nos muestra la playa de Los Lances con el esplendor de la arena que por erosión nace en estos montes y es arrastrada por las escorrentías hasta el Vega y el Jara.

   

Desde allí observamos en toda su plenitud, a pesar de la sequía, al Monte Público Ahumada de propiedad municipal (CA-50053-AY), con 1.455 hectáreas, de las cuales 1.435 son públicas y privadas unas 20, que corresponden a El Cuartón y otro tanto al Ministerio de Defensa. Dentro de la propiedad pública se reconocen unas 300 hectáreas de enclavados de antiguos pobladores que realizaban labores forestales, ganaderas y de carboneo.


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