Ha sido una experiencia inolvidable por varias razones. Primera y más importante por el ambiente de magnífica convivencia que se ha creado y que sin duda redundará en sólidas amistades. Por otra parte, por los maravillosos lugares que hemos visitado y que nos han sorprendido muy gratamente. Desde Bucarest, la capital, hemos recorrido los impresionantes montes Cárpatos, hasta ciudades medievales como Sibiu y pueblos declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO, como Sighisoara. Por supuesto, sin dejar de ver el castillo de Drácula en Transilvania y el lujoso palacio del rey Carlos I (castillo Peles).
¡Este destino ha sido todo un descubrimiento! ¡Id preparando motores para el curso que viene!
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