Nuestro encuentro SurMarino número 8 nos ha devuelto la voz femenina, Margarita García Díaz, arqueóloga de formación, profesora de profesión. Una maravilla de persona que con voz suave y energía documental nos ha repasado 200.000 años en dos horas mediante una cronología arqueológica de nuestro territorio.
De inicio nos situó geográficamente, usando el mito de las dos columnas de Hércules para mantener abierto el Estrecho, donde acabada el mundo conocido (non plus ultra), o el deseado del jardín de las Hespérides con sus manzanas de oro y los bueyes gigantes de Gerión. Importante lugar el que habitamos, único y singular.
La arqueología nos muestra los restos de la actividad humana diseñando un libro de evidencias que muestra nuestro desarrollo como especie. Nos aclaró que Homo neanderthalensis y Homo sapiens convivieron durante unos 40.000 años compartiendo los mismos materiales y tecnología, siendo un enigma la desaparición del primero, del que en nuestro ADN existe un 4/5% de su material genético. Una de las claves para resolverlo se encuentra en la cueva de Gorham en Gibraltar, donde pudieron haber habitado hasta hace tan solo 24.000 a 33.000 años, estudios que coordina Clive Finlayson, director de arqueología de Gibraltar.
El legado de los sobrantes de la actividad "sapiens" con la agricultura y la ganadería genera la necesidad de murallas, y de torres, y de castillos, edificaciones defensivas para proteger los bienes, y con ello la aparición del guerrero, del soldado, del ejército. Y nos lo documenta con sus hallazgos en la Garganta del Cura (Los Barrios).
Nos mostró a la primera acción reivindicativa de nuestra comarca cuando en el 171 a.C. Carteia (antes fenicia, antes cartaginense) recibe el título de Colonia Libertinorum Carteia para solucionar el proceso de herencia de los hijos de 4.000 soldados romanos con mujeres hispanas. Y de esta época imperial nuestra comarca contiene una serie de conjuntos arqueológicos, más son los ocultos que los puestos en valor, que jalonan diferentes desembocaduras y los cursos de arroyos y ríos con una red de Villas Romanas que jalonan el territorio. Desgraciadamente la lucha por conservar nuestro patrimonio cultural en torno a los yacimientos arqueológicos es incipiente, un ejemplo es Borondo donde el aspecto ambiental genera un mayor condicionado en las actividades económicas a implantar en el futuro que todo el material arqueológico que atesora.
Es hora de cambiar, preservar nuestro pasado garantiza nuestro futuro.
Información muy interesante. La vida en un territorio legendario que merece atención, respeto y acciones que lo protejan permitiendo su desarrollo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Antonio. Un placer, clase!
ResponderEliminar